SE ABRE EL TELÓN EN MEDIO DE LA PANDEMIA: LA TRAVESÍA DE MANUEL BACA EN EL TEATRO DIGITAL
- Panorama Cultural
- 15 nov 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 nov 2021
Manuel Baca SolSol
La pandemia ha obligado al teatro a reinventarse y buscar nuevos canales para desarrollar sus obras. Miles de actores sin trabajo, ni oportunidad de continuar sus proyectos. ¿Cómo sobrellevan la pandemia y la inestabilidad los actores y productoras?.

Actores sin trabajo, funciones canceladas, reembolso de entradas y hasta teatros clausurados. Esas fueron algunas de las consecuencias que dejó la pandemia en la industria teatral. Un año después que la vida cambiara por completo, el sector cultural ha mostrado ser uno de los más golpeados, olvidados y obligados a cambiar el escenario, los aplausos y el telón por una cámara y una pantalla.
Manuel Baca, actor y director de la productora de teatro Piso 1, atravesó por estos episodios de incertidumbre y paralización en los proyectos que llevaban adelante en la casa Amaru y Microteatro junto a su equipo.
“Fueron muchas veces las que me quedé en blanco, no sabía que iba a ser de mi, recuerdo sonreírle a mi familia y decirles que todo estaría bien, pero no era cierto, tenía mucho miedo”. En medio de la confusión, Manuel sabía que de alguna manera encontraría la decisión correcta, las ideas rondaban en su mente pero no hallaba el camino para darles forma. Pese al riesgo, estaba dispuesto a dar un salto de fe hacia los nuevos formatos y encontrar así, en la virtualidad, una salvación.
Cursos, charlas, webinar; todos se mezclaban en las historias de Instagram que Manuel repasaba echado en su cama una fría noche. De repente, desvió la mirada hacia el techo y supo que no podía esperar a que esto terminara, debía actuar. “Este virus tiene un antivirus que se llama perseverancia”, se dijo a sí mismo.
Pero, ¿cómo empezar?
Agarró el teléfono y escribió a algunos amigos. Sabía que lo ayudarían a darle forma a esas ideas que no conseguía aterrizar, fue así cómo comenzaron a tener reuniones frecuentes y a lanzar propuestas. No fue rápido, tampoco fácil. Hubo obras que fracasaron, muchas parecían que serían un éxito y no resultaban. Pero entre caída y caída fueron encontrando el camino.
“Hicimos obras virtuales, como La otra cara de Eva y La historia de tu vida, no fue fácil la adaptación, y no me refiero a los números de asistencia o a los ingresos que generaban, sino a que era fuerte no poder interactuar con el público”.
Finalmente, casi dos años después de iniciada la crisis sanitaria, la fórmula resultó. Gracias a la actuación de Gonzalo Molina, uno de los actores más destacados del país, logró realizar un homenaje a Samuel Beckett. Fue un éxito, lleno total. Aunque las butacas habían sido reemplazadas por pequeñas ventanas en la pantalla del ordenador.
Sin embargo, Manuel es consciente de que este es apenas un primer paso dentro del largo camino que le toca transcurrir. Uno en el que los aplausos llegan a través de un altavoz, donde el telón es sustituido por una pantalla en negro y donde el público ya no desaparece cuando se apagan las luces sino cuando deciden desactivar sus cámaras.
Un camino, además, que tendrá como segundo paso La Última Cinta, obra en la que ya trabaja y para estrenarla tan pronto como le sea posible. Pues la función debe continuar, siempre y cuando haya una buena conexión.



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