El intento fallido

A casi 2 años del confinamiento por el Covid 19, el gobierno vió en la aglomeración de personas una de las causas principales para el contagio de esta tan peligrosa enfermedad, desde ahí, el teatro ha tomado medidas como adaptarse a la virtualidad para sobrevivir. Es ahora que estamos próximos a volver a la “normalidad” cuando nos preguntamos si el teatro en formato virtual debe quedarse o eliminarse.

El mayor alcance a que personas externas puedan ver el trabajo de actores y productores o las entradas económicas, son algunos puntos a favor, pero ¿Poner a competir Precio vs Calidad?. A todos nos gusta pagar menos, me incluyo, pero debemos entender que para ningún sector es rentable y si lo es, nos están engañando. Es cierto que por un periodo de tiempo para captar mayor número de clientes o espectadores, se puede sacrificar el precio, pero siempre brindando el producto de calidad, es simple marketing, es una estrategia no una forma de negocio. Y cuando digo “calidad” no me refiero a que si tiene buen internet o mejor casa, si no de la calidad de interacción que se genera en el teatro presencial.

El teatro es una experiencia y debe vivirse presencialmente. Es difícil que los actores deban reemplazar risas y aplausos por un simple emoji. Difícil también porque en línea no hay filtros de comentarios, es más probable faltarle el respeto a ellos, frente a otros espectadores. Los admiro, tienen gran capacidad de perseverancia. Sonreír y dar gracias a la cámara a pesar de que se sienten frustrados y/o avergonzados de comentarios y falta de interacción con el público.

No hay nada de malo en que se quiera seguir las funciones virtuales para darle la posibilidad a aquellos que no quieren invertir en crear y mostrar sus historias, pero no debemos referirnos al teatro como dos tipos de formato: “virtual o presencial”. Porque el teatro virtual no existe, o bueno, no debería existir. No es solo una función, un show o stand up como muchos lo llaman y como se muestra realmente en las funciones en línea. El teatro es arte, es cultura que se transmite en un escenario, generando cierta complicidad y admiración entre actor - espectador. Es cierto que la virtualidad ha llegado para quedarse, pero para este sector no debe serlo. Debemos encontrarle otro nombre a este tipo de formato, llamarlo de otra manera.

Roy Urbina

Productor y Co Fundador de Primera Fila